lunes, 5 de octubre de 2015

¡A VAREAR!

Tras meses y meses de espera mirando al olivo, hoy por fin hemos podido recoger sus ansiadas aceitunas. Tras recibir un suave y delicado vareo (una manta de palos en mi tierra), nos dispusimos a recoger del suelo el preciado tesoro que ese pequeño arbolito nos da. Una vez recogido su fruto, queda lo más importante,lo que impregna a la aceituna de un toque personal: el aliño. Unas más fuertes, otras más suaves, unas ácidas, otras dulzonas, saladas o sosas, pero todas exquisitas.












No hay comentarios:

Publicar un comentario